A continuación, encontrará usted un texto y cinco
preguntas sobre él. Marque la opción correcta en la Hoja de respuestas.
El modo de ser de
un niño esta indudablemente influido por el ambiente que le rodea, las experiencias
que tiene y la forma en que se le trata, pero no podemos ignorar que hay una
parte de la personalidad que traemos con nosotros al nacer y que se manifiesta
con relativa (no total) independencia del trato y educación que se reciba. Es
lo que se llama “temperamento”. Cada niño “es como es”, lo que no quiere decir
que no influyan la educación, las circunstancias y el ambiente. De hecho, el
temperamento puede modificarse a lo largo de la vida, pero hay diferencias de
partida entre niños, sobre todo en la primera infancia, que vienen con la genética.
De esto podemos sacar dos consecuencias: una, que las comparaciones no solo son
odiosas sino inoportunas, y dos, que los padres de un niño más difícil, rebelde
u oposicionista no tienen necesariamente que culparse pensando que se debe a
que ellos lo están haciendo mal. Al darse cuenta de que un niño se comporta,
por ejemplo, de un modo que les resulta “perezoso” por un temperamento innato,
se sentirán menos culpables o impacientes y podrán ayudarle a utilizar su
temperamento de forma útil. Pueden aceptar su temperamento básico en lugar de
tratar de ajustarlo a un molde preconcebido, ayudándole a sacar el máximo
provecho de ese temperamento con el que nació. Por el contrario, cuando se
trata a un niño de un modo que sistemáticamente ignora y contraria su
temperamento, pueden producirse desajustes, inadaptaciones y problemas de
comportamiento. Cualquier tipo de temperamento puede evolucionar hacia un
adulto equilibrado si encuentra un ambiente adecuado. Si un niño “difícil”
encuentra unos padres que combinan comprensión y firmeza evolucionara bien, lo
que en cambio puede no ocurrir si son demasiado rígidos o negligentes. Un niño “cauteloso”
o “lento para animarse” que se encuentra con unos padres críticos y exigentes
puede encerrarse en si mismo y ser infeliz, lo que no ocurrirá si son benévolos y cuidadosos. Hay riesgo cuando no
coinciden el tipo temperamental de los padres y el niño. Conviene conocer que
hay modos de ser innatos para poder ser comprensivos y flexibles.
(¿Qué es el
temperamento?, Luciando Montero)
Aquí puedes acceder al formulario online.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sé respetuoso con tus opiniones. Gracias.